01 - La vida flotando

Anel Regina C.

12/22/2023

A punto de amanecer repaso mis mejores momentos y fracasos, con la vida flotando encima de mi cuerpo acostado. Sobre mi pestañeo hasta la punta de mis pies y de fondo una ventana que deja traspasar los primeros alientos de un día de invierno. Las palabras que resuenan en mi cabeza son las de la noche en que Anel Regina C. me contaba, un poco desesperada, sobre cómo se sentía muy ajena de todo. Como si solo estuviera improvisando dentro de su vida, y la verdadera vida le pasara por enfrente y se alejara lentamente de su vista. También dijo que pensaba viajar a México. Aunque desconozco si vivir nuevamente en este país le ayudase a sentirse mejor o a manejar mejor las sensaciones enrarecidas que ella me explicaba que bullían de su cabeza como sueños.

Después, durante esa misma noche, explicaba sobre la forma de manejar los sentimientos de las buenas y las malas del amor. Que siempre el sentimiento lo saboreamos mucho más a través del otro, que de nuestros propios sentidos. Y que por ello siempre es triste ver morir a alguien que queremos mucho porque sabes que jamás se va a volver a vivir el mismo reflejo de la vida que tenías con esa persona. El dolor no viene tanto de la muerte, que sabemos inminente, sino más bien de la falta de costumbre de ese reflejo en el vacío. Se refirió a esa analogía como una "lógica de ausencia". Y enseguida dijo que así se llamaría su próximo libro.

No cabía duda de que el miedo y lo incorpóreo seguía infundiendo mucho de su escritura. Y seguro lo seguía gestionando desde su natal Ecuador.

Yo aún quiero a Anel Regina C. con el mismo sentimiento desde que la conocí en una feria del libro en Oaxaca, y esta mañana siento como si por este cariño no hubiera pasado el tiempo dentro de mí. Al final también sé que es jugar con algo parecido a la necesidad o al deseo. Pero es una realidad que se manifiesta desde ambas partes para que suceda. Son como algunas leyes de la física. Vida totalmente física. Momentos, fracasos y la vida flotando encima de mi cuerpo acostado. Afuera una recién mañana de invierno envuelve la ciudad de Oaxaca.

Me levanto.